Consejos para limpiar la alfombra
Las alfombras no son solamente bonitos adornos que le dan colorido y atractivo a una casa. También ofrecen comodidad para los pies, calor en tiempos de frío y una buena superficie sobre la que pueden jugar los niños más pequeños. Por ello, es importante mantenerlas en buen estado, limpias y bien cuidadas. Siempre puede contratar a un especialista en mantenimiento de alfombras pero si lo que quiere es hacerse cargo de ellas usted mismo, a continuación le ofrecemos algunas recomendaciones que le facilitarán esta tarea.
Desde luego, existen varios métodos que usted puede ensayar para saber cuál es el que mejor le acomoda y el que más le conviene por el tipo de alfombra que se lava. En todo caso, es importante no mojar demasiado las alfombras, ya que el exceso de humedad se filtra debajo de ellas y puede maltratarlas, además de que vale la pena colocar papel encerado o de aluminio bajo las patas de los muebles mientras la alfombra se seca para evitar las manchas de óxido.
El método más viejo y conocido es utilizar champú líquido. Ésta es una buena opción para las alfombras moderadamente sucias y tiene la ventaja de que ayuda a conservar los colores originales de las alfombras. La desventaja que presenta es que puede haber exceso de humedad, por lo que se recomienda tener cuidado con la cantidad de champú y de agua que se emplean, así como darle un buen tiempo para secar antes de volver a colocar todos los muebles en su sitio.
Otra opción es la extracción con agua caliente, aunque este método requiere de una máquina especial que succiona el agua con detergente que se usa para lavarla. Es el mejor método para alfombras muy sucias, ya que puede verse la turbiedad del agua cuando es extraída. Existe la posibilidad de dejar demasiado húmeda la alfombra si no se hace con cuidado, además de que el equipo es más caro.
La espuma en aerosol es la mejor opción cuando las alfombras no están muy sucias. La espuma se rocía y se frota con una esponja húmeda, se deja secar y, finalmente, se aspira. Es un buen método ya que no requiere de mucho esfuerzo, aunque es importante limpiar la alfombra por secciones, ya que la espuma puede secar antes de poder tallarla con la esponja, lo que deja manchas en la superficie. Recuerde que esta técnica funciona bien sólo cuando la alfombra está ligeramente sucia y que no la limpia a profundidad.
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