Cómo funcionan los tiempos compartidos vacacionales

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El tiempo compartido es un mecanismo mediante el cual es posible acceder a un espacio en un centro turísticos o residencial durante un periodo de tiempo previamente establecido mediante un contrato o convenio. En otras palabras, funciona como la renta de una casa o  departamento durante algunos días o semanas al año.

Los espacios se compran para utilizarse durante varios años y los plazos varían entre los cinco, diez y quince años, regularmente. La característica particular de ellos es que aunque se adquieren derechos para ocupar el inmueble no se adquiere dominio sobre este, es decir que el propietario del título no puede subarrendarlo y mucho menos ponerlo en venta.
Quienes ofrecen los tiempos compartidos deben registrar todos los contratos que celebren por ese concepto ante la Procuraduría del Consumidor, de manera que ésta pueda verificar que los servicios se prestan en el tiempo y la forma convenidas. En caso contrario, los usuarios pueden presentar una queja y esperar que sus demandas se resuelvan de manera satisfactoria.
Al contratar este tipo de rentas vacacionales, es muy importante contar con la información adecuada y completa que permita tomar una decisión que satisfaga sus necesidades. También se debe obtener de los arrendadores el reglamento de uso del espacio a contratar, de modo que no se de lugar a la cancelación del compromiso por incumplimiento y se eviten abusos de cualquier género por cualquiera de las partes.
Todas las cuotas que deban cubrirse deben estar claramente establecidas, así como los cambios y las actualizaciones que se produzcan durante la duración del contrato. Esto incluye las cuotas de mantenimiento, las penalizaciones por la cancelación adelantada del convenio y el costo de la transferencia del espacio a un tercero, en caso de que ésta sea posible.
Vale la pena buscar las opciones que ofrecen flexibilidad en cuanto al apartado de las fechas para ocupar el tiempo compartido. Es mucho mejor cuando se puede disponer de los días que más convienen de acuerdo a los tiempo vacacionales, en lugar de acomodarlo todo a requerimiento del prestador del servicio.
Entre otras consideraciones de importancia, cabe destacar en último lugar que deben existir opciones de alojamiento alternativo para los casos en que el proveedor del tiempo compartido no pueda ofrecer el espacio en el tiempo requerido por causas ajenas a ellos. En caso contrario, se debería obtener el reembolso correspondiente en un plazo máximo de quince días naturales.

Author: director

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